jueves, 11 de junio de 2015

La medicina sí es una ciencia, doctor Gérvas

Recientemente he leído un artículo en Acta Sanitaria del doctor Juan Gérvas titulado "La medicina como ciencia: menos arrogancia, que tiene poca ciencia".  Tal artículo es una defensa de las medicinas alternativas arropada en una crítica a la ciencia mediante el uso de la falacia relativista, de la que ya hemos hablado otras veces por aquí. Esta falacia funciona de la siguiente manera:

1. Las cosas son ciertas o falsas.
2. La ciencia se equivoca, ergo es falsa.
3. Como la ciencia es falsa cualquier alternativa a ella será igual o mejor.

Por supuesto tal argumento hace aguas, al ser incorrecta la primera premisa. Las cosas no se deben clasificar simplemente en correctas o falsas, ya que hay afirmaciones más verdaderas que otras. Si alguien afirma que la Tierra es plana se equivoca. Si afirma que es esférica también. Ambos errores no son iguales, ya que la esfera se aproxima más a la forma real de la Tierra que el plano. Por supuesto, que la Tierra no sea plana ni exactamente esférica no hace que cualquier afirmación alternativa, como que es una pirámide, sea correcta. Sobre esta falacia y sus errores se han escrito gran cantidad de artículos en las últimas décadas, como La Relatividad de los Errores, de Asimov, o El Divulgador Frente al Relativismo, de César Tomé.



El artículo del doctor Gervás tiene tres fases.  Comienza con una crítica a la ciencia en general, sembrando la semilla del relativismo. Después enfoca su crítica a la medicina general, clasificándola de acientífica, y termina con una defensa de las pseudociencias.

Veamos cada parte por separado.

Crítica a la ciencia

Afirma el doctor Gervás:

La ciencia y la técnica han logrado grandes avances, pero siempre a costa de grandes fallos. Así, por ejemplo, la teoría de la gravedad precisó de la teoría de la relatividad y ésta no es capaz de explicar todos los fenómenos cuánticos, en especial en torno a los agujeros negros. Las creencias simples sobre la ciencia son muy dañinas, pues conllevan arrogancia que “expulsa” a la crítica y busca y fuerza el consenso en torno a las ideas dominantes, justo una actitud y actividad muy poco científica.

Esto es no saber qué es la ciencia en sí, ni saber distinguir conceptos como hipótesis, teoría o error. La ley de la gravedad la formuló Newton en 1678 y la relatividad general data de 1916. ¿Estuvo la gravedad de Newton vigente todo este tiempo porque la ciencia “expulsa a la crítica y busca y fuerza el consenso en torno a las ideas dominantes”? En absoluto. La gravedad de Newton estuvo y está aceptada porque es una teoría genial. Gracias a ella hemos creado barcos, aviones e incluso cohetes espaciales. ¿Dejaron acaso todos estos de funcionar con la relatividad de Einstein?

La teoría de la gravedad de Newton es una maravilla de la ciencia que explica el movimiento de una manzana y de una galaxia. Su campo de acción es inmenso. Por otra parte, en casos en los que la gravedad es muy fuerte no funciona, y por eso no predice bien la órbita de mercurio. Es por ello que se creo la relatividad general, que no contradice a la gravedad de Newton, sino que la amplía. Afirmar que la Relatividad General “no es capaz de explicar todos los fenómenos cuánticos, en especial en torno a los agujeros negros” muestra un desconocimiento total sobre lo que es una teoría científica (y no digamos ya sobre relatividad o sobre cuántica). Los agujeros negros sí se explican con la Relatividad General, incluyendo la radiación de Hawking, y los fenómenos cuánticos no se deben explicar porque están en otro área. Es como decir que la psicología no vale porque no explica si va a llover mañana.

Por supuesto, algún día tendremos una teoría más completa que la Relatividad General, pero eso no la hace incorrecta. Simplemente la ciencia avanza, y se van adquiriendo nuevos conocimientos que complementan los anteriores.

Como ya hemos dicho, esta crítica es la deriva en relativismo.  Las teorías científicas tienen un campo de aplicación, y ahí funcionan bien o directamente no son aceptadas. Gracias a ellas tenemos móviles, satélites, resonancias magnéticas, internet… Estas cosas funcionan sean o no perfectas las teorías que se usaron para crearlas.


Crítica a la medicina


Esta parte del artículo es más interesante de analizar, y contiene información valiosa. Sin embargo, también contiene malas interpretaciones, información oculta y exageraciones.

Por ejemplo, en el campo del cáncer todo lo centra la medicina científica en los medicamentos oncológicos. Es un campo de especial sensibilidad social, donde, por ejemplo, puede resultar increíble que los científicos de una firma de California, Estados Unidos, no puedan confirmar los estudios pre-clínicos clave publicados sobre nuevos tratamientos. No se trata de estudios “raros” o “en revistas menores”, sino de publicaciones de impacto tanto por su relevancia como por su difusión. Pues bien, se seleccionaron los 53 estudios fundamentales y se intentaron reproducir sus hallazgos, lo que se logró sólo en 6 casos. Es decir, en el 11%. En el 89% no se pudo determinar si los resultados publicados tenían algún valor. Es un resultado sorprendente e impactante, pero innegable
http://www.nature.com/nature/journal/v483/n7391/full/483531a.html

Este es un estudio muy interesante, pero hay más información que no se menciona. Primero, los 53 estudios que se analizaron no fueron elegidos al azar. Fueron estudios que afirmaban haber descubierto algo completamente nuevo, y que desafiaba el conocimiento del momento. Es bien sabido que esos estudios son los más susceptibles de ser erróneos, ya que son precisamente los que se oponen al consenso. Esto viene a probar que los consensos no se toman ligeramente, sino porque hay mucha evidencia sustentándolos, por eso la mayoría de las veces que sale un nuevo artículo contradiciendo los demás suele ser un error. Segundo, hay que tener en cuenta que estos eran estudios preliminares. Los medicamentos y procedimientos médicos que se usa día a día se basan en estudios que sí han sido replicados, por lo que no hay relación entre este estudio de Nature y la práctica médica. No deja de ser, eso sí, un artículo muy interesante a la hora de evaluar el proceso de publicación y de inversión en la ciencia. 

Otra crítica del artículo original. 

Quizá todo esto se refiera al mundo de la investigación puntera, de estudios de laboratorio en las mejores universidades publicados en las mejores revistas del mundo, y todo sea mucho mejor en el mundo práctico de los médicos científicos, en el día a día de la clínica. Pues bien, se revisaron 3.000 intervenciones clínicas habituales y diarias y se midió su valor: es decir, si estaban científicamente justificadas. Sólo el 11% tenía demostración indudable de que provocaban más beneficios que daños. Y eso suponiendo que se emplearan en las situaciones, pacientes y momentos adecuados. Es decir, casi el 90% de las actividades de la medicina científica tiene una base endeble, desconocida o ninguna
http://clinicalevidence.bmj.com/x/set/static/cms/efficacy-categorisations.html

El tal estudio está realizado por Clinical Evidence, pero no encuentro que haya sido publicado en una revista con revisión por pares, y su web no indica la metodología usada. Por este motivo hay que ser cautos con los resultados, ya que no sabemos bien de donde salen. Aún así, centrándonos en la información dada en la web ya se puede hacer una lectura muy diferente a la del doctor Gérvas. De hecho, aquí se vuelve al relativismo a usar la falacia de la falsa dicotomía y a clasificar las cuestiones como "verdaderas" o "no verdaderas" sin entender más matices. Si vemos el gráfico de la web de Clinical Evidence las cosas son muy diferentes. 


El 11% de los tratamientos son clasificados como "benefitial" (beneficioso), pero el 24% son clasificados como "likely to be benefitial" (probablemente beneficiosos). Esto no se menciona en el artículo del doctor Gervás, y se limita a afirmar que "sólo el 11% tenía demostración indudable de que provocaban más beneficios que daños", cosa no afirmada en el estudio. De hecho, sólo un 3% de los tratamientos fueron clasificados como "likely to be ineffective or harmful" (probablemente ineficientes o dañinos") y un 7% tenía un equilibrio entre beneficios y perjuicios. Además, hay que considerar que la separación entre "benefitial", "likely to be benefitial" y "unknown" es muy difícil de determinar. ¿Por qué no se mencionaron todas estas cosas? 

Además hay otro asunto aún más importante. Tal y como está explicado da la sensación de que si vas al médico a tratarte cualquier dolencia hay un 50% de probabilidades de que el tratamiento no esté demostrado. Eso es totalmente falso. Esto es una estadística sobre los tratamientos, no sobre las dolencias. Dicho de otra manera, las dolencias más comunes son las que tienen los tratamientos mejor definidos, y todos ellos pertenecen a los grupos "beneficioso" o "probablemente beneficioso". Sólo las dolencias menos frecuentes serán tratadas con los tratamientos menos probados, y eso ocurre evidentemente con menos frecuencia. Esto lo aclara el mismo estudio en el pie de página del gráfico, pero al doctor Gérvas se le olvidó mencionarlo. 


La pregunta entonces sería: "Aunque se apliquen muy poco, ¿por qué hay tantos tratamientos sin demostrar?" Es una pregunta interesante y nos lleva a una conclusión muy importante. La respuesta corta es: "Porque la medicina es una ciencia". 

Desgraciadamente aún hay dolencias que no tienen cura. Demasiadas veces el cáncer termina con el fallecimiento del paciente. Dolencias nuevas como el Alzheimer o el Parkinson aún no tienen tratamiento demostrado. Por ese motivo, existen los tratamientos experimentales. Se hace investigación básica, se hacen pruebas con animales y en algún momento hay que probar con seres humanos. Eso es una parte básica de la ciencia y constituye ese 50% de tratamientos sin demostrar. ¿Por qué es un porcentaje tan alto? Precisamente porque no sabemos, y hay que probar distintas cosas. Si vas al médico con alergia o un hueso roto no tengas dudas de que usará tratamientos demostrados, el mismo para todo el mundo. Sin embargo, para el Alzheimer hay una gran cantidad de tratamientos experimentales, ya que no sabemos aún cual funciona. Por eso los pocos tratamientos para los huesos rotos forman parte del minúsculo 11% demostrado y la ingentes cantidad de experimentos contra el Alzheimer constituyen parte del 50% sin demostrar.

No deja de ser paradójico el argumento circular del doctor Gérvas. Si la medicina es ciencia debe experimentar, por lo que se deben aplicar tratamientos aún por demostrar. Como la medicina aplica tratamientos sin demostrar no es ciencia. Es decir, que la medicina no es ciencia porque sí es ciencia. 

Pero no os preocupéis, si vais al médico no os va a tratar experimentalmente la alergia ni el cáncer, salvo que este último esté en fase terminal y le deis vuestro consentimiento. 

La defensa de las pseudomedicinas


El artículo termina con una defensa de las pseudomedicinas, después de la crítica a la medicina.

Lo tercero es ser humildes y perder la arrogancia. Cuando ante el cáncer hacemos lo que hacemos, conviene ser prudentes si uno lee un trabajo (un meta-análisis) que concluye que las intervenciones espirituales, religiosas y otras, ayudan al bienestar de los pacientes con cáncer
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25158666?dopt=Abstract

De nuevo se oculta información vital para el análisis, pero que no ayuda a defender la conclusión de que las pseudomedicinas son buenas. El artículo en cuestión concluye lo siguiente.

The findings showed that spiritual interventions had significant but moderate effects on spiritual well-being, meaning of life, and depression. However, the evidence remains weak because of the mixed study design and substantial heterogeneity.

El artículo concluye que las "intervenciones espirituales" pueden ser una ayuda para la depresión y el "significado de la vida", pero no como ayuda médica. Además, el mismo artículo concluye que la ayuda es moderada y la evidencia a favor es todavía insuficiente.


Conclusión

Es curioso que un médico sea tan exigente con la medicina médica, exigiéndole un 100% de eficacia, pero que luego promocione otras "terapias" que sólo proporcionan un no demostrado y moderado bienestar espiritual. ¿No lo creéis?

20 comentarios:

  1. Gérvas se especializa en mentir con la verdad, es decir, usar artículos reales pero seleccionados con criterio de cherry-picking (sólo los que le dan la razón, echando bajo la alfombra los que lo contradicen), reinterpretarlos a gusto y presentarlos de modo sensacionalista ante un público que no tiene los elementos para cuestionarlo y que lo acepta por su autoridad y por su extraordinaria capacidad histriónica y carisma como orador.

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  2. Muy interesante. Como cometnario un poco al margen, hace poco hice un curso de estos de EdX, que lo organizaba la Queens University sobre como lidiar con el negacionismo del cambio climático. Por lo que entiendo, a lo que tú llamas "relativismo" ellos lo llamaban "falsa dicotomía", que me parece un término más intuitivo.

    Saludos.

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    1. Hola.

      La falacia de la falsa dicotomía o falsa elección entiendo yo que es la primera parte sólo, decir que la ciencia es correcta o es falsa. También la usa cuando clasifica los medicamentos de probados o peligrosos. Ahora, el deducir que ya que la ciencia es falsa cualquier alternativa es igual de buena requiere otro salto al vacío, eso es lo que llamo yo el "argumento relativista".

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  3. Daniel, en uno de tus comentarios al doctor Gervás en El Mirador escribiste que:

    “Un pseudocientífico honesto, ya sea homeópata, reikiniano o naturista debería decirles a sus pacientes: esto que vamos a hacer no ha probado su eficacia más allá del placebo, le podrá dar sólo consuelo espiritual y sentar mejor o peor en función de lo que crea. Así poco clientes tendrán, me temo”.

    Incurres en el error de atribuir el efecto placebo a los terapeutas alternativos, pero olvidas que el efecto placebo es un fenómeno universal que surge en el ámbito de la relación médico-paciente con independencia de que el médico sea convencional o alternativo.

    El efecto placebo es el que hace que nos guste más un profesor que otro, un blog que otro, un coche que otro, un pintor que otro y, en definitiva, un escritor que otro. Hay medicamentos placebo que el médico convencional administra a sabiendas, es una práctica común de la medicina oficial. Los médicos usan la sugestión y su estatus para curar, es parte de su oficio.

    La acupuntura es un método terapéutico milenario que fue adaptado por la medicina occidental, sobre en todo en medicina deportiva, traumatología y rehabilitación. ¿La acupuntura era pseudomedicina antes de ser adaptada? ¿O sigue siendo pseudo pese a que millones de occidentales acuden a ella para aliviar sus dolencias?

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    1. El efecto placebo es un fenómeno bien definido, y no es lo que hace que te guste más un profesor que otro.

      https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_placebo

      La efectividad de las terapias alternativas no es mayor que la del placebo, si no no serían alternativas.

      Con respecto a la acupuntura usas no una sino dos falacias. La falacia de antiguedad, diciendo que es buena porque es antigua (más antigua es la pedofilia, me temo). Y la falacia de que es bueno porque mucha gente la usa. Si funciona es tan fácil como hacer experimentos, usar un grupo de control y demostrarlo.

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  4. Lo de comparar la acupuntura con la pedofilia muestra que tus argumentos sólo los entiendes tú. El efecto placebo se basa en la sugestión, en una sensación placentera o de empatía que hace que el alumno prefiera a un profesor en vez de otro o que un paciente prefiera a un médico en vez de otro. Tan simple como eso. El efecto placebo, insisto una vez más, es un efecto que el médico convencional usa a diario para curar.

    Pero el núcleo de la cuestión es que el doctor Gervás defiende una medicina humanista y compasiva que trata con personas y no con máquinas. Ese es el núcleo de la cuestión. El éxito de las medicinas compasivas, convencionales y naturales, se basa en gran medida en el trato humano que se dispensa al paciente.

    La vehemencia de tus argumentos, que en mi opinión son desmesurados, va más allá de una simple opinión para convertirse en categorización. Es curioso que no siendo médico, eres físico, pretendes categorizar sobre una materia que es ajena a tu especialidad. De ahí al radicalismo sólo hay un paso.

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    1. Falacia ad hominem (criticar a la persona en ligar de sus argumentos, en este caso por no ser médico) + falacia naturalista (lo natural es mejor que lo artificial porque sí) + ignorancia sobre el Efecto Placebo.

      Esto es un no parar.

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    2. ¿Éxito de las medidas compasivas? ¿tienes algún ejemplo documentado de cura de algo que no se cure solo como un resfriado? y lo de natural lo tomas como si la medicina no usara remedios naturales, ¿sabes de dónde sale la aspirina? del sauce ... Coincido con Daniel, si tan seguro estás de que funcionan esas terapias, se toma un grupo de control, doble ciego y se experimenta ... problema, se han repetido muchas veces y ninguna de esas 'medicinas humanistas' han superado nunca el el efecto placebo

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    3. SOLO DICES FALACIAS Y MENTIRAS
      la medicina científica es la ÚNICA que cura porque esta basada en la EVIDENCIA!

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  5. En los últimos 60 ó 70 años se ha conseguido "controlar" decenas de enfermedades que tenían altas tasas de mortalidad, causaban mucho dolor o dejaban graves secuelas, tuberculosis, polio, viruela... Yo le diría al Dr. Gérvas si sabe el nombre de una enfermedad que haya sido "controlada" gracias a una medicina alternativa.

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  6. No tengo un doctorado, en ninguna materia rimbombante, científicamente hablando. Tampoco soy científica, porque no hago investigación, aunque trabajo en una ciencia de la salud que si se considera como tal, ni soy alternativa, porque a pesar de conocer y dominar alguna de estas técnicas sólo practico con mis amigos, ( con total efectividad hasta el momento), por falta de tiempo fundamentalmente, pero hay una cosa que si soy: el resultado viviente y demostrable, de que las medicinas alternativas curan muchas enfermedades diagnosticadas por la medicina como tales, que la medicina no, y en mi caso no una sino varias. Y que ademas la medicina me provocó unos efectos secundarios que gracias a ellos prometí, sólo usar la imprescindible, (porque hay una medicina de urgencias que funciona digamos en un alto porcentaje de efectividad), pero la otra, a pesar de los experimentos y gracias a otros factores, está causando mas daño que beneficio, no se cura casi nadie de la mayoría de enfermedades de las llamadas crónicas, que son casi todas, (salvo que hagan otras cosas alternativas a mayores), y se produce un daño en la mayoría de los casos, lento y sutíl, aunque seguro, pocas veces demostrable, salvo errores muy flagrantes. Hay enfermedades mortales, como Insuficiencia Renal Crónica, que se han curado con terapias alternativas, depresiones, insomnios, diabetes, ictus, psicosis, cánceres y un largo etc, pero sobre todo consigue saber cuando las empiezas y cuando las acabas, porque estas sí tienen período de finalización, no son para toda la vida, como en medicina. Según la medicina científica basada en la evidencia que ustedes defienden, yo tomaría en estos momentos, mas de 11 pastillas que no sólo no me curarían, sino que envenenarían mi cuerpo lentamente. Gracias a las alternativas estoy sana, y no tomo ninguna medicación. Yo soy una de las pruebas basadas en la evidencia de que la experimentación y demostración de algo no está directamente relacionadocon su efectividad, y sobre todo hasta que la ciencia no entienda que somos algo mas que física, somos espiritu, emociones y situaciones de vida, y ahí aun no se puede manipular. Tengo pacientes de 98 que nunca han tomado una pastilla, pero conocen el poder de las hierbas. Hay casos de agonizantes salvados por unas cataplasmas de barro y fenogreco, deshauciados por la medicina. Así que por favor, vamos a dejar de poner etiquetas, y calificar y atengámonos a los resultados, que eso es lo que formula la ciencia científica, y hay muchos y muy buenos resultados, en todas partes, tantos que hasta se prohiben, y sólo se pueden comercializar como complementos alimenticios. Pero nadie puede prohibir la energía de las manos, ni el poder de un cuarzo, ni el amor de un amigo que escucha tu dolor, ni el poder del ayuno, ni una alimentación adecuada, ni tantas cosas, que no necesitan demostración, porque los resultados las avalan. Igual está relacionado con la física cuántica o no,con la ciencia o la pseudo o no, pero si algo funciona, permitamosle hacerlo. Quizás el orgullo herido de la ciencia no puede soportar que algo no demostrable sea efectivo, y qué!, la verdad siempre se abre paso, y aquí también lo hará. Ah! y la mayoría de las enfermedades que usted ha citado, no sólo se han prevenido o erradicado gracias a la medicina, sino tambien a otros factores, como el agua y jabón. Demos gracias a todo lo que existe porque en un momento u otro puede servirnos de ayuda, y la tierra permite que todo exista, por algo será. Así que no pregunte a nadie, yo soy la prueba. Licenciada en enfermería.

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    1. Efectivamente no eres científica, si no sabrías que la ciencia no se basa en experiencias personales. Si así fuera deberíamos creer en las hadas, los fantasmas, todo tipo de dioses que se contradicen unos a otros, los magos, los espiritistas y muchas otras cuestiones paranormales.

      La ciencia se basa en la experimentación y la repetición, y los cuarzos, las energías, el reiki y demás siempre fracasan en demostrar su eficacia cuando se experimenta con ellos.

      Y no, no hay gente que se cure el cáncer con medicina alternativa. Afirmar eso es faltar a la verdad y poner en peligro las vidas de los pobres incautos que lean el comentario.

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  7. Acabo de leer su entrada con sumo interés. Soy seguidor habitual de la columna del Dr. Gervás, y aunque en ocasiones tengo objeciones a sus afirmaciones (intencionadamente polémicas, ya que suele emplear ésta para promover el debate), echaba de menos leer una tan bien argumentada como la suya. Una vez dicho esto, me gustaría exponerle mi (humilde) opinión sobre este asunto:
    El artículo del Dr. Gervás creo que debe de ser entendido en su contexto, que a mi juicio no es el del cuestionamiento puro de la medicina como ciencia (de la cual es un firme defensor, si observamos el resto de su obra y sus actividades) si no de la medicina SÓLO como ciencia. Me explico:
    En las ciencias como la médica, es decir, no puras, existe una gran variabilidad en los resultados que se pueden mostrar, ya que éstos, al contrario de los de las ciencias puras, dependen en gran parte de la subjetividad tanto del observador (como en las ciencias puras) como del sujeto de estudio. Por otra parte, definir cuales son los resultados que definen un tratamiento determinado como "efectivo" o "beneficioso" es algo en sí mismo muy subjetivo y sujeto a intereses particulares de los investigadores, el patrocinador, el enfoque político de la investigación, etc... Es algo que se puede observar muy bien, por caer en el tópico más común, en el caso del cáncer, una enfermedad con una gran carga emocional y social asociada. Es indudable que lo que todos definiríamos como un resultado "efectivo" sería la curación del cáncer, pero si partimos de la base de que tarde o temprano alguna enfermedad nos matará, y que en estos momentos el cáncer se ocupa de buena parte de ese "resultado", "Qué define un tratamiento para un cáncer incurable como "beneficioso" o "efectivo"?? ¿Que prolongue el tiempo de supervivencia un 25%, aun a cuenta de un gran sufrimiento personal, físico, social o espiritual? ¿Que no mejore, o incluso empeore el tiempo de supervivencia un 10% pero a cambio garantice una gran calidad de vida y una gran satisfacción espiritual? No olvidemos que al tratar con seres humanos, y por lo tanto con un conjunto de experiencias que pueden ir tanto del dolor físico (más o menos medible) al dolor emocional o espiritual (igual de real, pero mucho más difícil de medir) ambos resultados pueden ser considerados, dependiendo del contexto clínico, como igualmente reales y valiosas, dependiendo, como dije al principio, del enfoque del investigador, del sujeto o de la política/base teórica/deontológica que siga la invesitgación, entre otros factores.
    A esto creo que se refiere el Dr. Gervás, que habla desde la óptica de la Salud Pública de la "cantidad" de ciencia en la medicina. No creo que busque tanto una defensa de las pseudociencias cómo explicar que aplicar la evidencia científica (lo cual, por otra parte, es parte de los principios básicos de dicha práctica) no debe oobviar ese axioma de la Medicina Preventiva de que "todo lo que no causa beneficio, causa daño", y que los que tratamos día a día con pacientes sabemos que no siempre se tiene claro en el contexto clínico, en aras de una supuesta "ortodoxia" científica.
    Por cierto, en respuesta a un comentario: la principal causa de que algunas enfermedades como la polio, la viruela o la tuberculosis hayan sido "controladas" no ha sido la medicina clínica (tratamientos), sino las políticas de Salud Pública (nutrición, higiene, control de aguas y, en menor medida, vacunas). Y buena parte de las terapias alternativas o pseudocientíficas ya defendían medidas similares en el pasado, al contrario que nuestra "científica" medicina occidental (y esto no es una defensa de estas terapias, que como muy bien ha dicho deben ser sometidas a ensayos clínicos para probar su eficacia).

    Ha ganado un seguidor. Enhorabuena por su estupendo blog.

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    1. Hola Susofis, gracias por el comentario que es discrepante pero educado.

      Sin duda en Medicina hay una subjetividad que no hay en otras ciencias. Además la experimentación es complicada, porque tiene muchas cuestiones éticas implicadas. Eso no le quita carácter científico, sólo la hace más complicada.

      En cuanto al último comentario me parece una separación un poco arbitraria la que haces. La polio se erradicó gracias a las vacunas, y eso es medicina. El control del agua es algo reciente y que también se hace por medios científicos (la clorificación mayormente, que también tiene su oposición en muchos grupos new-age), la nutrición ha mejorado gracias a la revolución verde y la invención del motor de combustión. No dudo que antes la gente ya supiera que había que comer más, pero si lo hemos conseguido no ha sido gracias a las terapias alternativas, sino a la ciencia.

      Un saludo y gracias por el comentario.

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    2. Me parece muy interesante este blog, no lo conocía y lo encontré buscando algún comentario sobre Juan Gervás y las pseudociencias.
      Soy Médico especialista en Medicina Preventiva y siempre me he interesado por la Filosofía de la Ciencia y el carácter científico de lo que se hace en Medicina o se deja de hacer.
      Un matiz a este último comentario sobre los motivos del control de las enfermedades que se citan. La poliomielitis es una enfermedad cuyo control se debe tanto a la vacunación como al control de la circulación del virus de la polio a través del agua contaminada. Hay dos tipos de vacunas frente a la polio, la oral y la parenteral. La primera está basada en virus vivos atenuados y su uso se fundamenta en dos cuestiones: a) imita la infección natural en la mucosa intestinal generando anticuerpos de superficie en la misma, impidiendo el ataque de los poliovirus salvajes (aparte de generar inmunidad tisular, naturalmente). b) al administrar virus atenuados por vía oral, estos son expulsados por las heces y, a través de las aguas residuales son capaces de "contaminar" el ecosistema y llegar a otras personas no vacunadas en las que genera inmunidad por el mismo mecanismo que con la vacuna directa. En la medida en que se dificulta el contacto con aguas contaminadas (saneamiento moderno), se dificulta tanto el contacto con el virus salvaje y patógeno de la polio como con el virus atenuado vacunal. Por tanto en el control de la polio influyen los dos mecanismos: la vacunación con virus vivos atenuados y las medidas de saneamiento. También es cierto que solo con medidas de saneamiento no hubiera sido posible erradicar la polio incluso en los países desarrollados, donde se siguen dando epidemias de enfermedades que se transmiten por el mismo mecanismo fecal-oral, como la Hepatitis A, por ejemplo. Todo ello sin entrar en la problemática de la polio de origen vacunal que no es lo que parece, pero sería largo de explicar.
      La viruela se erradicó de la faz de la tierra gracias a dos acciones médicas: la vacunación masiva y la identificación y aislamiento de las personas enfermas. Nada que ver con el saneamiento, ni la mejora del nivel de vida ni nada que se parezca.

      Se dice que hace más por la Salud Pública el chófer del camión de la basura que el médico del pueblo. Es posible, pero la necesidad de retirar y tratar las basuras o, mejor como ejemplo, de beber agua potable, aparte de cuestiones obvias como en el caso de las basuras por los olores o el mal aspecto, en el caso de las aguas la razón que justifica la necesidad de beber agua potable libre de microorganismos es médica: hay una evidencia científica de la relación entre aguas contaminadas con microorganismos y ciertas enfermedades, y por ello se descontamina el agua antes de ingerirla. Esta evidencia es el resultado de los trabajos de varios médicos que observaron, como es el caso de John Snow ya en el Londres de 1854, una relación científica entre el consumo de agua de una cierta fuente contaminada y la epidemia de cólera que asolaba cierto barrio (incluso antes de conocerse al microorganismo causal). Esta evidencia científica, la epidemiología, también es medicina.

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    3. Volviendo al objeto del blog, estoy totalmente de acuerdo con el razonamiento inicial, la falacia relativista. Pero hay un problema añadido, a mi juicio. La crítica tan repetida de los seguidores de las medicinas alternativas a los efectos secundarios de la medicina convencional se ve favorecida, a veces también, por el escaso bagaje científico de los practicantes de esa medicina, los médicos. La metodología científica no forma parte, apenas, del curriculum de los estudios de medicina. Las Universidades, en general, no forman a los estudiantes en Filosofía de la Ciencia, y en el caso de los médicos, solo los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y los de Medicina Preventiva y Salud Pública son formados en Metodología de la Investigación durante su aprendizaje de postgrado como especialistas. Las demás especialidades se basan en el adiestramiento en técnicas sanitarias y procedimientos, no dudo que contrastadas científicamente, pero que, a veces, son aprendidas de memorieta y por la costumbre a fuerza de repetir varias veces su práctica. Lo que garantiza la práctica científica de la medicina son los protocolos aceptados en los servicios hospitalarios y el quehacer de las Sociedades Científicas de cada especialidad que avalan esta o aquella técnica o procedimiento. Por otro lado, las revistas científicas, forma habitual de convertir en ciencia lo que son propuestas de investigadores individuales o en grupos, cada vez son más estrictas en la exigencia de rigor científico en aquellas cosas que aceptan para ser publicadas, de manera que, a medida que aumenta el Factor de Impacto de las mismas, lo que aparece en ellas es aceptado con más confianza por sus “usuarios”, los médicos. Pero no hay, en general, una decisión de hacer esto o lo otro por la evidencia científica evaluada por el “usuario” que pudiera hacer que el médico pueda decidir de manera individual. Es esto un problema que debe solucionarse. Las nuevas tecnologías facilitan el acceso a las publicaciones médicas y son una esperanza de mejora del nivel científico de los practicantes de la medicina.

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  8. Hola, ¿solo se ha publicado la segunda parte del escrito que mandé (en dos mensajes separados)?.
    Gracias

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    1. Hola.

      Perdona, pero a veces me confundo cuando veo dos comentarios, y me pienso que están duplicados. ¿Está ahora bien?

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    2. Muy bien, muchas gracias y enhorabuena por el blog. A medida que crece el movimiento de denuncia de las pseudociencias, aparece un movimiento que trata de cuestionar la medicina convencional resaltando sus carencias y defectos, aunque manteniendo una cierta distancia con las pseudoterapias, para que nadie les acuse de defender el curanderismo. En el fondo, esa gente ofrece argumentos en bandeja a los curanderos al sembrar la duda en el paciente sobre si lo que le va a hacer el médico le va a costar la vida o la salud.
      Creo que son tan impresentables como los curanderos y hay que combatirlos con la misma contundencia, como se ha hecho en este blog.
      Saludos

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  9. La medicina no es una ciencia, como tampoco lo es la ingeniería. Medicina e ingeniería son disciplinas o profesiones que en su práctica cotidiana hacen uso de teorías científicas con un elevado grado de confirmación en las respectivas áreas. En el caso de la medicina, ésta hace uso de las ciencias físicas, la química y la biología, pero muchas de las intervenciones médicas se basan en datos obtenidos de estudios estadísticos que ponen de relevancia porcentajes estadísticamente significativos de curación o mejoría ante ciertas intervenciones, lo que hace muy probable (que no indudable) la eficacia de dichas intervenciones. Relevancia estadística no implica causalidad, sino alta o muy alta probabilidad de que haya una causa de la que las teorías científicas todavía no han dado cuenta.

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